El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Castilla y León ha reclamado a la Consejería de Sanidad de la Comunidad autónoma que cree una Dirección General de Cuidados para dar una mejor respuesta a la creciente demanda de cuidados por parte de la población en general, pero más si cabe en la atención a la cronicidad.
Tras la celebración de las elecciones autonómicas y después de la publicación del Decreto por el que se establece la estructura orgánica de la Consejería de Sanidad, SATSE ha propuesto que la administración sanitaria pública de la Comunidad cuente con una Dirección General de Cuidados en esa estructura orgánica y cuya responsabilidad recaiga, en todo caso, en una enfermera o enfermero. Esa Dirección debe incluirse, en el organigrama del Servicio de Salud (Sacyl), teniendo siempre carácter ejecutivo.
Las enfermeras constituyen el colectivo más numeroso del sistema de salud castellano y leonés y abarcan cuidado autónomo y colaborativo de personas de todas las edades, señala SATSE. Además, las enfermeras y enfermeros están “en la primera línea de acción en la prestación de servicios y desempeñan un papel importante en la atención centrada en la persona”. “Al mismo tiempo, son actores clave en los equipos de salud multidisciplinares e interdisciplinares proporcionando una amplia gama de servicios en todos los niveles del sistema de salud”, afirma el Sindicato de Enfermería.
Según SATSE Castilla y León, la creación de esta Dirección General constituiría un avance importante para impulsar y mejorar los cuidados en el sistema sanitario público como respuesta a las necesidades actuales de carácter sanitario y sociosanitario que tiene la población, que en el caso de Castilla y León está muy envejecida, con numerosos dependientes y con enfermedades crónicas.
Para SATSE Castilla y León, “el envejecimiento de la población de la Comunidad y el incremento de la cronicidad conllevan un importante reto sanitario, cuyo pilar fundamental es la prestación de cuidados, competencia de las enfermeras y enfermeros”.
Impulsar la implantación, el seguimiento y la evaluación de la atención sanitaria con un programa de cuidados sanitarios de crónicos y pluripatológicos es otra de las medidas que defiende SATSE y que ha trasmitido a la Consejería de Sanidad de Castilla y León. A juicio de SATSE, el Sistema Regional de Salud “debe dar una respuesta eficaz y eficiente al progresivo envejecimiento de la población española y al aumento de la cronicidad, la pluripatología o la dependencia” y ésta solo será posible si se potencia la labor de las enfermeras y enfermeros en todos los servicios de salud, “unos profesionales que contribuyen a liderar el futuro del Sistema de Salud basado en el cuidado”.
El Sindicato recalca también que la creación de la Dirección General de Cuidados resulta necesaria por el mayor desarrollo competencial y de funciones de las enfermeras y enfermeros y su repercusión positiva en el Sistema Regional de Salud (prescripción enfermera, enfermera gestora de casos, cirugía menor ambulatoria…), así como su cada vez mayor presencia en numerosos ámbitos de actuación (centros educativos, residencias, centros sociosanitarios…).
Por ello, y al igual que han hecho otras consejerías en España, SATSE solicita al consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, que incluya en el organigrama de Servicio de Salud este nuevo órgano directivo.
De otro lado, el Sindicato de Enfermería subraya que el perfil adecuado para responsabilizarse de esta Dirección General de Cuidados es el de una enfermera o enfermero, ya que su formación, cualificación y competencias hacen que sea el profesional sanitario más capacitado para el puesto.
En este sentido, el Sindicato lamenta que, en la actualidad, sigan siendo muy pocos los enfermeros y enfermeras que ocupan cargos de responsabilidad en las estructuras orgánicas de las diferentes administraciones sanitarias. Algo que también sucede en el ámbito político o de otras responsabilidades administrativas generales, añade.
Por último, el Sindicato de Enfermería apunta que la creación de una Dirección General de Cuidados daría un nuevo impulso al papel de las enfermeras y enfermeros dentro del sistema sanitario público y supondría un mayor desarrollo de sus competencias que redundaría en una mejora de la salud y calidad de vida de la ciudadanía española. “La formación, competencias y visión estratégica para integrar y valorar a la persona ante la enfermedad como un todo interrelacionado con su entorno y esa capacidad académica y profesional forman parte del ADN de las enfermeras y enfermeros”, concluye.
