El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca presenta como pieza del mes de agosto dos automóviles deportivos del modelo Alpine

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El Museo de Historia de Automoción de Salamanca presenta como piezas del mes de agosto dos automóviles deportivos del modelo Alpine. Se trata de uno de los vehículos con más carácter, que exportó a nivel mundial las fortalezas y potencialidades de la industria automotriz castellana y española.
El primer Alpine A106 nació en Francia y recibió su apelativo por las competiciones alpinas, que eran muy populares en la segunda mitad de los años 50, mientras que el primero fabricado en nuestro país, además de Brasil y Francia, el A108, fue presentado en el año 1963. En 1967 nació el A110, con el mítico motor sierra montado en los Florida y Renault 8, o motor Cléon-Fonte. El modelo Alpine 1300 (A110), deportivo de fabricación nacional, fue presentado en Valladolid en la pista de pruebas de FASA, el día 1 de abril de 1971, mejorando la anterior versión que tenía un motor de menores posibilidades.
Este vehículo, con un estilo propio en su carrocería que le diferencia de otras versiones, obtenía unas sensibles mejoras en el rendimiento del motor del R12. Su esqueleto era un chasis de acero, con una carrocería de poliéster estratificado, que conseguía 725 kg de peso en orden de marcha. Esta versión fue la más popular en todo el mundo y la más querida en España, siendo fabricada, su última unidad, en la factoría de Valladolid, en 1977.
El modelo V6 GT surgió para reemplazar al A310, y se caracterizaba por poseer un motor atmosférico, en unos años donde predominaba la utilización de los turbos. Nació para competir con los conocidos Ferrari y Porsche de los años 80. La expectación marcada para sustituir a su predecesor suscitó numerosas críticas en la prensa especializada. Comercializado, principalmente, en dos versiones, una con carburadores y la versión que hoy podemos contemplar con turbo, ofrecieron variantes especiales y numeradas, como Mille Miles (100 unidades) y Le Mans (325 unidades). A pesar de ser un automóvil que no obtuvo gran aceptación comercial, fue capaz de competir con el Porsche Carrera 911 y ofreció su motor como base del Renault 25 Turbo.
La marca Alpine Sport, desde sus inicios, mantuvo una gran imagen de deportividad y de calidad a los productos Renault destinados a la competición, dando a conocer sus famosas berlinetas azules en todo el mundo. Después de varios intentos por mantener la época dorada de grandes logros, y donde se presentó el modelo V6 GT, concluyó esta intención con el modelo A 610, en el año 1995, cuando cesó la producción de los Alpine.

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